martes, 22 de abril de 2008

Se entrena mejor con uno de estos…


Muy buenas.

Pues sí, después del desastre que me hice en el tobillo, he vuelto a correr.

Refuerzo el tobillo con una rodillera y con unas zapatillas que protegen el tobillo.

No es que te eviten un esguince en caso de que tengas que hacértelo, pero al menos dan una gran sensación de estabilidad al pisar con ellas ahora que todavía tengo el tobillo ‘miedoso’ a pisar de forma fuerte (corriendo), lo cual siguiendo la teoría económica de “la hipótesis que se autocumple” puede ser óbice para evitar un nuevo esguince…

Bueno, verborrea aparte, hablemos de qué diferencia un entrenamiento (hablando de running, claro) sin pulsómetro a uno con pulsómetro.

VENTAJAS:

Se puede mejorar bastante a base de entrenar correctamente. Esto se explica así: si se va demasiado deprisa para el estado de forma que se tiene, uno se cansa pronto y termina por no entrenar lo que debería. Sin embargo con el pulsómetro te das cuenta de cuando te aceleras más de lo que deberías y puede disminuir el ritmo suficiente para poder aguantar el tiempo necesario.
Y viceversa si entrenas demasiado flojo, te avisa para que aprietes el ritmo un poco.

Otra ventaja es que llevas un medidor de calorias (aproximado, claro) basado en tu forma física, la actividad que realizas, tu altura, peso, complexión, talla de preservativo…vamos un montón de variables que mete en un algoritmo y te da algo aproximado…pero está bien verlo pues anima si es uno de tus objetivos… ;)

Esta ventaja puede parecer una tontería, pero lo es: el llevar la banda de pulsaciones alrededor de la caja torácica a la altura del pecho te hace inconscientemente ir más erguido que lo que de normal va un “corredor amateur”. Esto ayuda a acostumbrarse a una mejor postura y a mejorar la respiración.


DESVENTAJAS:

Si estás más atento al pulsómetro que al entrenamiento (suele pasar al principio) puedes descentrarte y terminar haciendo una sesión deslabazada con algo muy útil en la muñeca que al final no ha servido para nada…

Al principio puede ser un poco incómoda la goma de la banda del pecho, pero se termina uno acostumbrando.

Hasta que lo dominas para saber qué hace cada botón y cómo se accede a cada función…


En general reconozco que el pulsómetro es una gran herramienta en cuanto salgas a correr 2-3 días por semana en adelante. Es carillo, aunque tienes uno básico en Decathlon por 20 euros que sirve perfectamente para empezar.

Luego más adelante siempre están las dos grandes marcas: POLAR y Suunto.

Yo solo puedo hablar de Suunto que es la que conozco.

Los modelos de pulsómetro (ellos lo llaman ordenador de pulsera o de muñeca) de Suunto son tanto bonitos como completos.

T1: el básico, con el que empecé. Tiene dos funciones: hora como cualquier reloj y la pantalla de entrenamiento. En esta última aparecen simultáneamente (es muy útil, en serio) las pulsaciones por minuto, el tiempo (cronómetro) y las calorías quemadas (el algoritmo dicho).
Lo único que tiene por ser básico es que la banda de pulsaciones del pecho no viene codificada, con lo que al funcionar por radio, si corres con más gente que lo usa, o en una carrera popular, puede interferir con el de otros corredores que no estén codificados.

T3: el mío actual. Para mí el mas completo en relación calidad/precio. Tiene todo lo que el T1 pero con la banda codificada y con una gran aplicación: el medidor de entrenamiento. Esto es, tu fijas tu objetivo y el te indica si debes subir o bajar la intensidad, seguir más tiempo o parar ya, etc. Para conseguir ese objetivo. Es una máquina genial.

Bueno, una vez contado lo que sé, sólo queda salir a correr…me encanta correr…pero odio el prepararme para ello, qué pereza da, eh?!?!?!jajajaja….

Un abrazo…

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